Por desgracia o por fortuna, no sé olvidar. Quizás en el fondo vos si sepas. Quizás en el fondo la errada soy yo. Debo de haberme confundido de plataforma al subirme al tren, así que te dejo atrás, no mucho por si te arrepentís, pero lejos. Verte regresar y ver mi imagen hundirse es más que demoledor. Lo doloroso es que, aunque pase el tiempo y me aleje de ti, seguiré sin poder olvidarte. Dejaste una espina clavada justo en el medio de mi corazón, tan difícil de sacar, que prefiero morir si ya no estás.